Fuentes del compromiso y la motivación de los estudiantes

La motivación y el compromiso pueden ser factores decisivos para el éxito de una clase. Incluso las clases mejor pensadas y planificadas pueden fracasar porque los alumnos no se involucran. Dicho esto, el compromiso y la motivación son aspectos muy importantes del aprendizaje y la aplicación de las estrategias adecuadas puede marcar la diferencia. La motivación es un factor muy importante a la hora de involucrar a los estudiantes; cuanta más motivación haya para aprender, mayor será la participación. Pero es natural preguntarse ¿de dónde viene la motivación de los estudiantes?

Existen dos teorías principales en torno a la fuente de la motivación: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca. La motivación intrínseca, el impulso que llevamos dentro, puede ser una de las mejores formas de que los estudiantes se mantengan comprometidos. La teoría de la autodeterminación afirma que la motivación intrínseca se basa en tres necesidades psicológicas:

  1. Competencia, que puede fomentarse logrando un equilibrio entre el nivel de desafío y la retroalimentación eficaz.
  2. Autonomía, que puede lograrse cuando los estudiantes se sienten respaldados para explorar y aplicar soluciones de forma independiente.
  3. La relación, que puede establecerse cuando los demás escuchan y responden.

Sin embargo, aunque es fundamental fomentar la motivación intrínseca, no siempre es posible dependiendo del contenido de que se trate. Ahí es donde entra en juego la motivación extrínseca. El ejemplo más claro que tenemos en la escuela son las notas. Además, puede ser útil considerar otros factores que motivan a los estudiantes, como la Teoría de la Expectativa de la Motivación. Esta teoría sugiere que la motivación se ve afectada por las expectativas futuras del individuo. Gira en torno a las preguntas:

  1. ¿Llevará mi esfuerzo a un mayor rendimiento? 
  2. ¿Se recompensará mi mayor rendimiento? 
  3. ¿Hasta qué punto me parecen deseables esas recompensas?

A la hora de planificar sus clases, los educadores pueden tener en cuenta estas cuestiones mientras intentan motivar a los alumnos. Por ejemplo, al diseñar un proyecto se pueden tomar decisiones intencionadas para garantizar que el esfuerzo conduzca a un alto rendimiento y que este sea gratificante para el alumno. Dicho esto, es importante recordar que los estudiantes tienden a disfrutar aprendiendo y a rendir mejor cuando están más motivados intrínseca que extrínsecamente para conseguir resultados. Por lo tanto, esperar simplemente que las notas o el rendimiento académico motiven su aprendizaje no conducirá a los resultados esperados y podría dejar a los estudiantes mal equipados para tener éxito.

 

Bibliografía:

  1. Ambrose, S. A., Bridges, M. W., DiPietro, M., Lovett, M. C., & Norman, M. K. (2010). How learning works: Seven research-based principles for smart teaching. John Wiley & Sons.
  2. Vroom, V. H. (1964). Work and motivation. Wiley.
Próximos pasos

Descubra qué motiva a los estudiantes y las estrategias basadas en evidencia para fomentar la motivación y el compromiso en el aula. Aprenda cómo plantear retos a los estudiantes sin frustrarlos y cómo ellos pueden beneficiarse de las dificultades deseables mientras aprenden. Aprenda cómo puede utilizar el examen como herramienta para el aprendizaje aplicando evaluaciones formativas

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