Por qué la motivación y el compromiso son importantes en la educación

Piense en una clase que haya disfrutado especialmente cuando estaba en la escuela o en una de sus clases más exitosas como educador. Una de las cosas que probablemente hizo que esta lección fuera un éxito fue la alta participación de los estudiantes, tener un aula llena de estudiantes deseosos de implicarse con el material e incluso con ganas de aprender más. Por eso es tan importante la participación de los alumnos. Despertar el interés y el compromiso de los alumnos motiva su aprendizaje. Por esta razón, encontrar nuevas formas de involucrar a todos los estudiantes en cada lección puede ayudar a optimizar su aprendizaje. La motivación desempeña un papel clave en este proceso, ya que aumentar la motivación de los estudiantes en el aula puede, en última instancia, aumentar el compromiso y el rendimiento.

Sin embargo, nuestras escuelas tienen problemas de motivación y compromiso. Los niveles de compromiso descienden bruscamente después del 5º grado en los Estados Unidos.1 Un estudio reveló que el 74% de los estudiantes estaban comprometidos en 5º grado, el 67% de los estudiantes estaban comprometidos en 6º grado y en 12º grado esta cifra descendía al 34%. En otras palabras, apenas un tercio de los estudiantes se sentían comprometidos1,2,3. Este fenómeno no es exclusivo de Estados Unidos. Si no se abordan, estos factores pueden influir negativamente en el compromiso de los alumnos de secundaria e incluso en las tasas de abandono escolar. Esto quedó ilustrado en un estudio realizado por los investigadores islandeses Blondal y Adalbjarnardottir, que reforzó la idea de que el abandono escolar en secundaria es un “proceso en el que los alumnos se desvinculan y se retiran de la escuela” (p. 97).4

Y eso no es todo. En comparación con los estudiantes comprometidos, los estudiantes no comprometidos son: 9 veces más propensos a sacar malas notas en la escuela, 2 veces más propensos a faltar a clase durante el año y 2 veces más propensos a sentirse desanimados sobre el futuro. Además, cuando se les preguntó, sólo el 55% de los alumnos de primaria dijeron sentir que tenían al menos un educador que les ilusionaba de cara al futuro. Este porcentaje es preocupantemente bajo, ya que los estudiantes más jóvenes que tienen relaciones positivas con sus educadores tienen más probabilidades de tener un mejor desarrollo social, cognitivo y lingüístico.5 Los estudios demuestran que los estudiantes que creen que su educador se preocupa por ellos también creen que aprenden más.1 Esto es significativo porque sugiere que las oportunidades para construir relaciones sólidas y de confianza son importantes para involucrar a los estudiantes y promover su aprendizaje.

Involucrar a los alumnos es fundamental tanto en primaria como en secundaria. Los educadores pueden influir positivamente en el compromiso de los alumnos cultivando relaciones y entornos de clase sólidos, y este compromiso puede mejorar significativamente los resultados de los estudiantes. En última instancia, cuanto más comprometidos estén los estudiantes, más probable será que establezcan una conexión emocional con su aprendizaje, lo que contribuye a garantizar que éste se produzca. El reto para los educadores es construir este entorno atractivo y fomentar una cultura en la que los estudiantes se comprometan porque sienten que hay un adulto que se preocupa por ellos. Los educadores desempeñan un papel fundamental a la hora de cultivar el entorno de aprendizaje de sus alumnos, así como a la hora de dejar claros los objetivos de aprendizaje.

La motivación es crucial para aumentar el compromiso. Según Ambrose y colaboradores, la motivación dirige el comportamiento de los alumnos y es un componente necesario del aprendizaje.6 Si conseguimos motivar a nuestros alumnos para que se comprometan con el trabajo del curso y lo conviertan en una prioridad, aumentamos las posibilidades de que tengan éxito en el aula.7

Además, la motivación de los alumnos puede influir en la valoración de su propia capacidad para completar una tarea. Esto es importante porque los estudios demuestran que si los estudiantes se sienten más seguros de sí mismos y en control de su propio comportamiento, es más probable que estén motivados, persistan y, en última instancia, obtengan resultados.8 Una vez que nuestros estudiantes están motivados, también es más probable que tengan un compromiso positivo. Esto significa que los estudiantes pueden utilizar activamente estrategias para comprender el contenido, resolver problemas, pensar críticamente y utilizar la información de forma productiva. Esto crea un efecto circular, denominado ciclo del compromiso positivo, en el sentido de que los estudiantes que obtienen buenos resultados tienen más probabilidades de comprometerse positivamente en el futuro. Por lo tanto, “la importancia de la motivación en el contexto del aprendizaje no puede exagerarse”.9

Bibliografía:

  1. Gallup Student Poll. (2015). Engaged today — ready for tomorrow. http://www.gallupstudentpoll.com/ 
  2. Gallup Student Poll. (2016). Engaged today — ready for tomorrow. http://www.gallupstudentpoll.com/ 
  3. Gallup Student Poll. (2023). Engaged today — ready for tomorrow. http://www.gallupstudentpoll.com/ 
  4. Wylie, C., & Hodgen, E. (2012). Trajectories and patterns of student engagement: Evidence from a longitudinal study. In S. L. Christenson, A. L. Reschly, & C. Wylie (Eds.), Handbook of research on student engagement (pp. 585-599). Springer.
  5. Blondal, K. S., & Adalbjarnardottir, S. (2012). Student disengagement in relation to expected and unexpected educational pathways. Scandinavian Journal of Educational Research, 56(1), 85-100. https://doi.org/10.1080/00313831.2011.568607
  6. Kontos, S., & Wilcox-Herzog, A. (1997). Influences on children’s competence in early childhood classrooms. Early Childhood Research Quarterly, 12(3), 247-262. https://doi.org/10.1016/S0885-2006(97)90002-8
  7. Ambrose, S. A., Bridges, M. W., DiPietro, M., Lovett, M. C., & Norman, M. K. (2010). How learning works: Seven research-based principles for smart teaching. John Wiley & Sons.
  8. Svinicki, M., & McKeachie, W. (2013). McKeachie’s teaching tips: Strategies, research, and theory for college and university teachers (14th ed.). Cengage Learning.
  9. Hulleman, C. S., & Barron, K. E. (2016). Motivation interventions in education. In L. Corno, & E. M. Anderman (Eds.), Handbook of educational psychology (3rd ed., pp. 160-171). Routledge.
  10. Fredricks, J. A., Blumenfeld, P. C., & Paris, A. H. (2004). School engagement: Potential of the concept, state of the evidence. Review of Educational Research, 74(1), 59-109. https://doi.org/10.3102/00346543074001059
Próximos pasos

Aprenda a establecer relaciones positivas con los alumnos que les ayuden a mejorar su desarrollo social y cognitivo y a sentirse más seguros en el entorno escolar. Aprenda estrategias basadas en evidencia para captar la atención de los estudiantes y ayudar a aprovechar su motivación y compromiso.

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