Aunque ha sido mal interpretada y criticada, la memoria es fundamental para el aprendizaje, ya que es un requisito previo para acumular conocimientos, necesarios para el pensamiento crítico y la creatividad. La educación es exitosa cuando los alumnos aprenden a aprender de forma independiente. Un alumno tiene éxito cuando puede aplicar lo que aprende a otros contextos, lo que se denomina transferencia. Esto es fundamental para la creatividad, el pensamiento crítico, la colaboración e incluso para comunicarse eficazmente. El conocimiento acumulado es la base sobre la que se construye la transferencia. La codificación es el proceso mediante el cual almacenamos información en la memoria a largo plazo. Dicho de otro modo, la información se convierte en conocimiento cuando se codifica de forma que pueda ser relacionada con los conocimientos previos y tenga sentido.
Por lo tanto, las técnicas de codificación ayudan a almacenar esta información en la memoria a largo plazo. Nos permiten dar sentido a la información porque nos obligan a trabajar activamente con lo que intentamos aprender. Nuestro cerebro no almacena la información sólo porque sea importante. Al aplicar una técnica de apoyo a la codificación, comunicamos a nuestro cerebro que se trata de algo que queremos (o necesitamos) recordar. A menudo recurrimos a más de una técnica para aprender con eficacia. En los metaanálisis, enseñar a los alumnos estrategias como la mnemotecnia para ayudarles a organizar y dar sentido a los conocimientos tuvo un beneficio amplio y consistente para el aprendizaje1, 2
Uno de los factores más importantes a la hora de codificar nueva información son los conocimientos previos, ya que la adquisición de conocimientos requiere conexiones con información que ya conocemos. El aprendizaje es acumulativo, y nuestro proceso de aprendizaje se ve fundamentalmente afectado por nuestros conocimientos previos y experiencias pasadas con el aprendizaje3. Piénsalo así: si estás estudiando geografía y tienes que aprender las principales exportaciones de un país, todo el proceso te resultará más fácil si ya conoces algunas cosas sobre ese país (como su capital, dónde está situado en el mapa o el tipo de clima que tiene), que si nunca antes has oído hablar de él.
Dicho esto, los conocimientos previos pueden ayudar o dificultar el aprendizaje. Para alguien con un conocimiento previo sólido, la nueva información recibe significado rápidamente y, como resultado, la codificación es fuerte4. En cambio, cuando los conocimientos previos son escasos o incorrectos, resulta más difícil establecer conexiones y la codificación es más débil. Volviendo al ejemplo de la geografía, si sé que el país sobre el que estoy estudiando tiene un clima cálido y húmedo cuando en realidad tiene uno frío y seco, esta información podría ser un obstáculo en el proceso de codificación. Una codificación sólida es fundamental para poder recuperar y aplicar los conocimientos cuando se necesitan, así como para seguir codificando nuevos conocimientos. Existe una dinámica circular entre la codificación y la recuperación, ya que se alimentan mutuamente.
Bibliografía:
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