La evidencia del aprendizaje socio-emocional (SEL)

Aunque el aprendizaje es un proceso cognitivo, los estudiantes también son seres sociales y emocionales, que desarrollan continuamente toda la gama de habilidades intelectuales, sociales y emocionales. Al igual que las capacidades cognitivas, las sociales y emocionales pueden enseñarse y, con la práctica, pueden influir positivamente en la trayectoria académica de un individuo. El bienestar emocional influye en el rendimiento educativo, el aprendizaje y el desarrollo. Además, las relaciones interpersonales y la comunicación son fundamentales tanto para el proceso de enseñanza-aprendizaje como para el desarrollo socioemocional de los alumnos.1,2

Los educadores pueden moldear los aspectos intelectuales, sociales, emocionales y físicos del clima del aula e incorporar a su enseñanza la mentalidad académica, la perseverancia y las habilidades sociales de forma adecuada al desarrollo. Los estudios han demostrado que el clima del aula tiene implicaciones para los alumnos. Mientras que un clima negativo puede dificultar el aprendizaje y el rendimiento, un clima positivo puede fomentar el aprendizaje. Existen cuatro aspectos clave que se deben tener en cuenta cuando se intenta fomentar un ambiente seguro y acogedor en el aula: comprobar la percepción de los alumnos para ver cómo va la lección, mantener un tono alentador y fomentar tanto las relaciones alumnos-educadores como alumnos-alumnos.

Por ello, se recomienda enseñar explícitamente a los alumnos a gestionar sus emociones junto con los contenidos académicos de forma secuencial y activa. A través de este trabajo, los estudiantes desarrollan los hábitos y la mentalidad necesarios para hacer frente a los retos académicos. Teniendo esto en cuenta, el aprendizaje socioemocional (SEL) se centra en cinco competencias básicas:

  • Autoconciencia: capacidad de una persona para comprender cómo sus emociones afectan a su comportamiento.
  • Autogestión: capacidad de una persona para gestionar sus emociones de forma que contribuya a alcanzar sus objetivos y aspiraciones.
  • Conciencia social: capacidad de una persona para empatizar con los demás.
  • Habilidades de relación: capacidad de una persona para entablar y mantener un conjunto diverso de relaciones.
  • Toma de decisiones responsable: capacidad de una persona para tomar buenas decisiones en diversas situaciones.

Pero quizá se pregunte, ¿SEL ayuda a los estudiantes? La respuesta es sí. Un meta-análisis que incluyó 213 estudios con más de 270.000 estudiantes que participaron en programas de SEL basados en la evidencia, mostró un aumento del rendimiento del 11% en la demostración de habilidades sociales y emocionales, actitudes, comportamiento y rendimiento académico. Además, el aprendizaje socioemocional fomenta y refuerza la metacognición y puede influir en el compromiso y la motivación.3

Bibliografía:

  1. Ambrose, S. A., Bridges, M. W., DiPietro, M., Lovett, M. C., & Norman, M. K. (2010). How learning works: Seven research-based principles for smart teaching. John Wiley & Sons.
  2. American Psychological Association (2015). Top 20 principles from psychology for preK–12 teaching and learning. http://www.apa.org/ed/schools/cpse/top-twenty-principles.pdf
  3. Durlak, J. A., Weissberg, R. P., Dymnicki, A. B., Taylor, R. D., & Schellinger, K. B. (2011). The impact of enhancing students’ social and emotional learning: A meta‐analysis of school‐based universal interventions. Child Development, 82(1), 405-432. https://doi.org/10.1111/j.1467-8624.2010.01564.x
Proximo pasos:

Aprenda a proporcionar retroalimentación positiva para ayudar a los estudiantes a sacar el máximo partido de su experiencia de aprendizaje. Descubra otras formas de fomentar el bienestar de los alumnos.

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