En un día común y corriente procesamos 11 millones de bits de información por segundo. Sin embargo, nuestro cerebro descarta el 99% de la información a la que estamos expuestos. Esto nos lleva a preguntarnos, ¿podemos aprovechar los conocimientos de la ciencia cognitiva para captar y mantener la atención de nuestro público?, ¿pueden los alumnos dirigir y controlar su filtro atencional?
La atención es la habilidad de dirigir y mantener la concentración durante un periodo de tiempo mientras ignoramos posibles distracciones. Nuestras neuronas seleccionan la información más importante para que nos enfoquemos en ella. Estas neuronas son un filtro atencional y desempeñan un papel fundamental en nuestro aprendizaje, ya que la información solo puede ser procesada y recordada si logra pasar este control atencional.
La atención está estrechamente relacionada con la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo, estas tres conforman las habilidades de procesamiento. La atención es la primera de ellas que se pone en marcha cuando recibimos información.
Existen 4 tipos de atención:
Es sabido que la atención es un aspecto muy importante del aprendizaje, y uno que preocupa mucho a los educadores. La mayoría de la gente reconoce la trascendencia de la atención en el proceso de aprendizaje, pero la atención de los alumnos puede ser escurridiza. Los educadores tienen la tarea crucial de averiguar cómo captar la atención de los alumnos, cómo mantenerla y cómo determinar si estos están prestando atención. De lo contrario, los alumnos pueden sabotear la capacidad de su cerebro para captar y transmitir información para la resolución de problemas o para recuperar adecuadamente la información aprendida. La Ciencia del Aprendizaje puede ser un aliado útil para los educadores, ya que no sólo les enseña la ciencia que hay detrás de la atención, sino que también les muestra estrategias prácticas que pueden aplicar en sus aulas para captar la atención de los alumnos. Por ejemplo, utilizar el silencio a propósito o pedir a los alumnos que hagan predicciones. No obstante, es importante tener en cuenta que para sacar el máximo provecho de estas técnicas es crucial que los educadores comprendan el funcionamiento interno de nuestras Capacidades Cognitivas.
Las investigaciones revelan que cada vez estamos menos atentos. Esto se debe en parte a nuestro uso de la tecnología, que fomenta la atención dividida y produce gratificación a corto plazo. Los estudiantes tienden a preferir este tipo de gratificación en lugar de la atención sostenida y el esfuerzo que suele asociarse con el aprendizaje. Actividades como las redes sociales y los videojuegos alimentan constantemente nuestra atención dividida, lo que puede suponer un obstáculo a la hora de estudiar y aprender. Como resultado, los estudiantes esperan que las escuelas imiten a los videojuegos y las redes sociales. Sin embargo, seguir este enfoque a la hora de diseñar estrategias de aprendizaje puede acabar debilitando la capacidad de atención de los estudiantes. La tecnología puede reducir nuestra atención sostenida (esencial para el aprendizaje) si estamos cambiando rápidamente entre actividades que provocan continuamente la liberación de dopamina, algo habitual en los videojuegos y demasiado común cuando los estudiantes “estudian” mientras envían mensajes de texto y escuchan música.
Como educadores, es muy importante saber cómo mantener la atención de los alumnos, ya que la falta de atención puede provocar malos resultados en el aprendizaje, desinterés por aprender y diagnósticos erróneos. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, hace tan sólo una generación aproximadamente uno de cada 25 estudiantes en ese país tenía TDAH. Hoy en día, uno de cada cinco chicos de secundaria está diagnosticado de TDAH.
Dicho esto, el principal síntoma del TDAH, la falta de atención, puede explicarse de muchas otras maneras. La falta de atención a menudo enmascara otra dificultad cognitiva y se manifiesta como un síntoma de dicha dificultad. Además, para muchos alumnos, en lugar de ser la dificultad atencional la causa del fracaso en el aprendizaje, es el fracaso en el aprendizaje el que causa la frustración, el desinterés y la falta de atención. Por lo tanto, es crucial que siempre analicemos la falta de atención desde un enfoque integral.
Aprenda cómo la velocidad de procesamiento puede afectar la atención y estrategias para reforzar esta habilidad de procesamiento. Descubra la memoria de trabajo, sus efectos sobre otras habilidades de procesamiento y cómo evitar la sobrecarga cognitiva
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