¿Cómo funciona la atención?

La atención es la capacidad de dirigir y mantener la concentración durante un periodo de tiempo determinado ignorando las distracciones. Es un filtro importante que desempeña un papel fundamental en nuestro aprendizaje ya que la información sólo puede procesarse y recordarse si pasa por nuestros controles atencionales.

En promedio, procesamos 11 billones de bits de información por segundo. Sin embargo, nuestro cerebro descarta el 99% de la información a la que estamos expuestos. Esto puede llevar a preguntarnos: ¿cómo decidimos qué procesar y qué no? Aquí es donde la atención entra en escena.

 

La atención es la capacidad de dirigir y mantener la concentración durante un periodo de tiempo determinado ignorando las distracciones. Es un filtro importante que desempeña un papel fundamental en nuestro aprendizaje ya que la información sólo puede procesarse y recordarse si pasa por nuestros controles atencionales. La atención es la primera capacidad de procesamiento que se pone en marcha cuando recibimos información. Dicho esto, debido a la interdependencia de nuestras habilidades de procesamiento, nuestra capacidad de prestar atención no funciona de forma aislada. Como profesores, es fundamental saber cómo mantener la atención de los alumnos, ya que la falta de atención puede dar lugar a malos resultados de aprendizaje, desinterés por aprender y diagnósticos erróneos.

Cuando aprendemos nos apoyamos constantemente de nuestra atención. Sin embargo, es importante saber que existen cuatro tipos de atención, y que cada situación requiere uno distinto. El primer tipo de atención es la atención sostenida, que nos permite concentrarnos en una cosa durante largos periodos de tiempo. Utilizamos este tipo de atención, por ejemplo, cuando leemos textos largos.

El segundo tipo es la Atención Selectiva, que nos permite centrarnos en un estímulo mientras ignoramos las distracciones, como cuando intentamos terminar un examen mientras ignoramos el ruido que viene de la calle o del pasillo.

El tercer tipo, la atención alternante, nos ayuda a pasar rápidamente de una tarea a otra. Este tipo de atención es clave cuando alternamos entre escuchar una conferencia y tomar apuntes.

Por último, el cuarto tipo de atención es la atención dividida. Nos permite hacer más de una cosa a la vez, por lo que también se conoce como multitarea. Utilizamos este tipo de atención cuando conducimos mientras escuchamos música, cuando jugamos a videojuegos o cuando navegamos por las redes sociales.

La cognición es maleable, lo que significa que las habilidades cognitivas se adaptan a cómo y cuándo las utilizamos, y la atención no es una excepción: puede entrenarse y mejorarse1,2,3. Sin embargo, hoy en día los estudiantes entrenan constantemente su Atención Dividida y Alternante, gracias al uso que hacen de la tecnología. Es importante capacitar a nuestros alumnos y profesores mostrándoles cómo potenciar la Atención Sostenida y Selectiva. Los educadores desempeñan un papel fundamental a la hora de captar y mantener la atención de los alumnos, por lo que deben tener acceso a las estrategias de atención que se han desarrollado a través de la investigación científica. Por ejemplo, los educadores pueden pedir a los alumnos que hagan predicciones, lo que libera dopamina y despierta su curiosidad. Debemos tener siempre presente que nos convertimos en lo que ensayamos.

Próximos pasos

Aprenda estrategias basadas en evidencia para aumentar el compromiso y la motivación de los estudiantes en el aula. Descubra el vínculo entre la atención y otras habilidades de procesamiento: la memoria de trabajo y la velocidad de procesamiento

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